Don Alejandro Bernal

Don Alejandro es otro músico de la estirpe Bernal cuyo talento lo llevó a ocupar un lugar privilegiado en el ámbito musical colombiano. A temprana edad amenizaba las novenas de la Virgen, en las Lomitas, acompañando al Padre Piedrahita. También, como su hermano, reemplazaba al órgano a su papá en la iglesia principal. Cuando pasó a estudiar al colegio San José de la Salle en Medellín, se hizo organista oficial y luego en la Universidad Pontificia Bolivariana, donde estudió Ingeniería, fue organista de la emisora Radio Bolivariana. En los años 60 dirigió la orquesta de R.C.N., se desempeñó como director artístico de Codiscos, fundó una academia de órgano, se dedicó a los arreglos y a la composición musical.


En los años 70 compuso el pasillo Linda, que juzgó muy clásico y poco folclórico para presentarlo a concurso. Cuando lo escuchó el maestro Hector Ochoa (autor del Camino de la Vida), lo animó para que lo inscribiera y ganó el primer puesto del concurso nacional Carlos Vieco Ortiz. Obtuvo un premio en efectivo y un pergamino con el escudo de Antioquia, así como el reconocimiento de autores, compositores, emisoras y casas disqueras. El pasillo Linda ha sido interpretado por la orquesta del maestro Guillermo Gonzalez y el grupo Cuatro Palos. El título del pasillo se lo dio por la palabra como su sobrina, Mónica, lo calificó al escucharla: "¡Qué música tan Linda, tío!"
Su humanismo está expresado en un relato que cuenta su experiencia con el más allá y su disposición para promover el amor por la música. Al borde de la muerte, Don Alejandro estuvo en los umbrales del cielo, donde lo recibieron, con vítores y flores, hombres y mujeres vestidos con túnicas a la vieja usanza (el relato se puede buscar en El Cocuyo Nº26 de julio de 1993). Sobre su voluntad de promover la música en los niños y jóvenes, cuenta con música escrita por su padre y sus hermanos y también cassettes, ya que el maestro tuvo su propio estudio de grabación.