

A los hermanos López la música los llevó de un ritmo solemne al festivo tan fácil como en la Ceja se pasa de una procesión al baile. De las presentaciones para recoger fondos en las Fiestas de San Isidro se conformó luego la agrupación Los Lomar para animar la rumba del Club Los Sauces y la Heladería El Tambo, que representaron un hito de seducción en la década de los 70.
También conformaron una incomparable agrupación que combinó lira, trompeta, clarinete, guitarras, tiple, violín y trombón, y que atendían pedidos especiales de fiestas y serenatas, en unión de otras familias musicales como los Toro. Pero en las más de las veces estos conciertos se disfrutaban en la intimidad familiar.