Luego de que el sol ocultó sus rayos,
y la luna desprendió su brillo
Escuché un ruido intimidante.
Gritos potentes de “¡Fuego, fuego!”
Y luego, después de un silencio:
“¿Dónde está, dónde?” ”¡Aquí! “ “¡Rápido!
¡Todos los hombres vengan aquí
y traigan sus faroles, lámparas y antorchas!”
“Tú, el de las campanas, hazlas sonar”
“don don don don” “Suena la alarma, ¡hay fuego!”
“Tú, ponte tu casco. Toma la antorcha y la gorguera, rápido.
¡Rápido!. Antes de que el fuego se instale” “¡Llamen a los criados!”
“¡Agua! ¡Más agua! ¡Vengan con los cubos!”
Alguien traía mangueras, otro llevaba escaleras,
algunos se chocaban entre sí, y otros gritaban “¡Socorro!
¡Vengan a ayudarnos!” “, Tú, el del la corneta, suena la alarma”
“Ta tin, Ta tin” “Todos, manténganse atrás”.
Algunos sacaban los muebles de la casa,
otros los robaban y otros cuantos lanzaban agua,
uno de todos derribó la puerta de entrada con su hacha.
Todos se afanaban por apagar el fuego y las chispas.
Había pasado ya la medianoche
cuando quienes combatían el fuego [bomberos]
gritaron”¡Todos a casa! ¡ahora!, ¡el fuego se ha ido!”
Ritornello
Regresando vi, y siempre ha estado en mi corazón C. I. C. I. con L. I. y A. (SICILIA)