
Una voz para arrullar el sentimiento nostálgico con cinco canciones inefables que nos llevan del asombro al deslumbramiento, así como quien va de la oscuridad en lentas ondulaciones melódicas hacia la luz que ya esta cerca. Una voz de sobrias tesituras que hace resonar el alma con versos que enuncian los amores perdidos, los testigos de ese adiós, las marcas del pasado. Una voz para escanciar un vino tinto añejado en la saudade, y que deja en el paladar un esquivo sabor con la ilusa satisfacción de haber creído probar el efímero placer del amor.